El privilegio de servir a Jesús

Cuando recibimos un privilegio es porque Dios ha pensado en nosotros para darnos la oportunidad de ser partícipes de su plan de redención para todo ser humano, Dios ha puesto su confianza en usted al elegirle para ser parte de su equipo de trabajo; ésta es la mayor bendición que podemos recibir en la tierra, la cual no puede compararse con ningún otro privilegio que se nos ofrezca mientras vivimos, aún cuando sea limpiar, barrer o cualquier cosa que a la mente de los hombres es inferior, pero no lo es a la mente de Dios, porque no somos más por el cargo encomendado, sino por el trabajo bien desarrollado.

Toda actividad en el ministerio es valiosa para Dios y nos recompensará por ello, de hecho, ya lo hizo al morir por nosotros en la cruz y somos deudores a todos sus favores, pero cabe aclarar que no servimos en ningún ministerio por pagarle a Dios, eso jamás se lograría, porque su sacrificio no tiene precio; servimos por gratitud a su gran amor manifestado en la cruz, Jesús nos amó cuando nadie daba nada por nosotros, cuando estábamos maldecidos por Satanás viviendo sin Dios y sin esperanza de una vida mejor en esta tierra y en la eternidad.

Ser tomados en cuenta para servir en la iglesia, es la oportunidad que muchos desean y no tienen, pero tampoco la buscan; por lo tanto, es nuestra responsabilidad buscar la forma de involucrarnos en alguna actividad de la iglesia, de poner a la disposición del Señor Jesús a través del pastor todas nuestras capacidades y habilidades para ser utilizadas en la proclamación del Evangelio. Cuando servimos a Dios, estamos abriendo las puertas de la bendición espiritual y Dios añadirá lo material, porque Dios siempre bendice a los que le sirven de corazón.

Amados, pónganse al servicio del Señor y hagan todo para agradarlo a Él y no a las personas que les ven, porque usted se dispone a servir a Dios y no a los hombres. Cierre sus oídos a las voces extrañas que vienen de Satanás para desmotivarle a no hacer la obra de Dios, porque Dios jamás le dirá no hagas esto para mi Reino, sino el enemigo a través de sus seguidores, quienes sean estos que buscan desmotivar a los pocos fieles seguidores de Jesús, como lo es usted y se esfuerza por hacer la voluntad de Dios. Ánimos, hagamos más por la causa de Cristo e ignoremos a los que ponen tropiezo.

Francisco Valdizón

Pastor General

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