La Biblia nos declara que solamente hay 3 hombres que son conocidos por su justicia y que si estuvieran en la tierra y Dios la juzgara en ese momento, ni siquiera sus hijos serían salvos, sino solo ellos. Dios se ocupó en señalar a estos tres hombres como personas intachables, que marcaron la historia por su justicia en temor y obediencia a Dios como ninguna otra persona, tanto que estuvieron dispuestos a ofrendar sus propias vidas antes que faltar a su fe en el Dios eterno, creador de todo el universo.
En Ezequiel 14:14, se nos habla de estos 3 hombres justos: Noe, Daniel y Job. Dios los pone en alto relieve ante todas las demás personas existentes en la tierra hasta ese momento. Hablar de ellos es recordar su gran fe y obediencia, como dependencia total de la voluntad de Dios para sus vidas, quienes fueron instrumentos de Dios para ministrar a todos los creyentes a traués de la historia, haciéndolo hoy con nuestras propias vidas.
Noé: Cuando toda la creación se había corrompido causando dolor en el corazón de Dios, la Biblia nos dice en Génesis 6:8 “pero Noé halló gracia ante los ojos de Jehová,” era la única persona que amaba a Dios de verdad y no había permitido que la maldad del mundo entrara en su corazón, porque obedecía a Dios haciendo todo como Él le había ordenado que lo hiciera (Génesis 6:22), la pregunta a hacernos aquí es ¿Y nosotros estamos haciendo las cosas como Dios nos ha ordenado o nos consideramos más sabio que Dios?
Daniel: Todos lo recuerdan por el foso de los leones, pero es el profeta que declara el tiempo con exactitud de la llegada del Mesías, nos revela la gran tribulación y por qué no decirlo: El Apocalipsis, porque sin los escritos de Daniel es imposible entenderlo, aquí vemos la guía del Espíritu Santo al conectar a Juan, el escritor de Apocalipsis con Daniel para reuelar lo que estaba en el libro sellado de la profecía para el tiempo del fin, el cual está a las puertas. Daniel consagro su vida a Dios y vivió solo para exaltar su nombre en un mundo perdido en su inmoralidad religiosa como lo era Babilonia.
Job: Cuando comenzamos a conocer su vida, la Biblia nos dice que él era: perfecto, recto, temeroso de Dios y apartado del mal. El término “perfecto” se refiere a su vida moral y fe en Dios; Job, no vivía en Israel, sino en Uz, esto significa que fuera de Israel, también había gente que amaba a Dios de verdad; tal es el caso de Job, su amor y obediencia a Dios fue intachable, lo amó de verdad, bendijo su nombre en medio de la miseria y el dolor, porque a Dios se le ama y adora en todo tiempo. ¿Y usted qué tanto ama a su Dios?
Dios dijo lo mejor de estos 3 hombres, pero la pregunta aquí es ¿Quédirá Dios de usted? Eso dependerá de qué tan cerca esté usted de Él.
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