En esta vida estamos llenos de muchos desafíos, es más, cada día se nos presenta un desafío a cumplir como lo es el levantarnos e ir a nuestro trabajo o centro de estudios.
Cada día de culto, de igual manera, se nos presenta el desafío de levantarnos e ir a la casa del Señor, lo cual hacemos muy bien, porque Dios es lo primero en todo; pero es posible que hay alguna persona que no cumplirán con su desafío, quizá preferirán quedarse en casa, dejando que otros medios le roben la bendición de adorar a su Dios, el Señor Jesucristo; lo cual representa que en la vida de esa persona los valores espirituales no son tan fuertes como para animarse y reconocer que Dios es primero en todo.
Los cristianos evangélicos somos personas que tenemos bien claro que mientras más desafíos vencemos, más crecemos espiritualmente, convirtiéndonos en hombres y mujeres en quienes Dios puede confiar sus riquezas espirituales de bendición para nuestra vida en la tierra como en la eternidad.
Todos tenemos como desafío traer un invitado a la iglesia, no solamente una vez, sino cada semana para que escuche el evangelio y conozca la verdad de Dios para su vida.
Esta es una tarea que debemos cumplir porque es un mandato de Jesucristo, quien desea que seamos su instrumento para salvación de quienes no le han conocido. ¿Cumplirá su tarea?. Es su reto, es su tarea, es su desafío, el cual debe comenzar a hacerlo desde este día, aclarando que su invitado será una persona que no conoce a Cristo o alguien que ha dejado de congregarse.
Amados, es un desafío para muchos el traer a una persona a la iglesia, pero es la mejor bendición, porque quien gana almas es sabio!!!
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