Hagámosle oír

A nuestro alrededor encontramos hombres y mujeres que no saben que hacer con sus vidas, sienten que todo está perdido, según sus pensamientos nadie les ama, todo está en su contra; es mas, hay “iglesias” que les han hecho sentir que por haber cometido un pecado están destinados al infierno, lo cual es verdad a medias, desde luego, si no se arrepienten ese es su destino, mas si buscan a Jesús con un corazón sincero, su misericordia los abrazará, perdonando todos sus pecados para ponerles en un estado diferente, justificados por la gracia del Señor Jesucristo.

Esto es lo que tienen que oír, que hay un Dios en los cielos que les ama, Quien desea sacarlos de la condición en la cual se encuentran, para conducirlos a una mejor vida en la tierra, como testimonio para los que no le conocen, a fin de ser inspirados a buscar al Dios perdonador, el Señor Jesucristo, para vivir una eternidad en los cielos.

Amados hermanos y hermanas, Dios ha confiado en nosotros una tarea que no se le puede dar a cualquier persona, sino a quienes hemos experimentado lo que significa haber sido perdonados. Solo quienes una vez fuimos pecadores sabemos valorar el perdón que Cristo nos da, por ello, razón tuvo Pablo cuando dijo: “…sino que lo necio… lo vil… lo menospreciado… lo que no era escogió Dios.

Cuando no valíamos nada, Dios nos amó, perdonó y cambió nuestras vidas; lo mismo hará con quienes les hagamos oír la buena noticia de Dios, que perdona a hombres y mujeres, no tomándoles en cuenta sus pecados. “Hagámosles oír” que Jesús les está esperando.