En el capítulo de lectura del día de hoy, el evangelista Marcos nos habla de las señales que Jesús nos dejó como advertencias que su venida estaba cerca, tanto Marcos como Mateo nos presentan las señales de una manera detallada que el más ignorante las entiende, pues son acontecimientos que nos hablan de la convulsión en la cual el mundo se encuentra, sin tomar en cuenta a su diseñador, el Señor Jesucristo y haciendo las cosas al revés de lo que es la moral, honor y dignidad de una persona.
En cuanto a las señales bíblicas, estamos conscientes que todo lo que el Señor Jesucristo predijo se ha cumplido, es decir, para que el arrebatamiento de la iglesia suceda no hay más señales que esperar, las que nos fueron dadas ya están cumplidas, solo es de esperar que Jesús aparezca en las nubes y de la orden de levantar a sus escogidos, los que andemos en comunión con Él para ese momento en el cual la iglesia será arrebatada para ir con Él a los cielos.
Sé que muchos se han de preguntar: Si todo está cumplido, ¿por qué Jesús no ha venido todavía? Le daré la respuesta, la cual la misma Biblia nos dice la razón por la que no ha venido; ponga atención al motivo del retraso del arrebatamiento: 2a Pedro 3:9 “El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento” esta es la verdadera causa por la cual Jesús aún no ha venido por los suyos.
Entonces, amados hermanos, no hablamos de tardanza, sino de misericordia de Dios para todas aquellas personas que no le han conocido y por los que, ya habiéndole conocido, viven como si no ↑le conocieran. Es tiempo de reflexionar y volvernos a Jehová, arrepentidos de nuestros pecados y buscando a los que no se han arrepentido para que no se pierdan y sean salvos, porque solo en Jesucristo hay salvación y vida eterna. Jesús no se ha tardado en venir, solo lo sigue esperandola. ¿Atenderá su llamado o seguirá alejado?
