La mayoría de las personas alrededor del mundo siguen a Dios únicamente porque necesitan algo de Él, desde luego, todos necesitamos de Dios y sabemos que no somos nada sin su cuidado por nosotros, pero una cosa es que sabemos que le necesitamos y otra es que solo le busquemos por nuestros apuros o cuando estamos en ellos, ¿Alguna vez ha buscado a Dios solo por necesidad? Creo que todos en más de alguna ocasión lo hemos hecho, pero permítame decirle que no es la forma correcta de acercarse a Dios.
El escritor a los Hebreos nos dice con claridad que, los que nos acerquemos a Dios, creamos que Él es real y premia a quienes le buscamos, es decir, debemos buscar a Dios por lo que Él es, el ser más sublime a quien debemos exaltar y reconocerlo como el soberano de todo el universo, su existencia es real y sabemos que se merece toda adoración y reverencia de nuestra parte, reconociendo que no hay otro ser más importante que Jesús en nuestras vidas, lo cual debemos demostrarlo con hechos y no únicamente palabras, como es lo común, en el mayor de los casos.
A Dios se le ama, se le adora, se le exalta, se le sirve y se le obedece en todo, confiando en sus promesas, las cuales son fieles y verdaderas para cada persona que cree en Él y se mantiene creyendo en su poder y misericordia para con todos los que le buscan de corazón y no tienen ni la menor duda de su existencia, y poder para hacer posible las cosas que a la mente humana son imposibles. Nuestro amor por Dios se manifiesta desde lo más sencillo, como la hora de llegada al culto, nuestra reverencia y obediencia a los líderes que nos dirigen para que todo sea ordenado en la casa del Señor.
Amados hermanos, acerquémonos a Dios porque le amamos, porque ΕΙ es lo más importante para nuestras vidas y le reconocemos como nuestro Dios Supremo, el único digno de alabanza y adoración, acerquémonos porque sabemos que únicamente Él es el Salvador de toda persona que recibe al Señor Jesucristo como Único y Suficiente Salvador, si esto hacemos con verdad, su promesa es añadir todo lo que nos falte conforme a su riquezas en gloria, porque ¿qué padre es aquel que no piensa en dar lo mejor a sus hijos? sino si nosotros lo hacemos, cuanto no más Dios que ya lo ha demostrado entregando a su único Hijo en la cruz, Jesucristo. Entonces, acerquémonos a Dios porque le amamos, y cuando se ama, se quiere estar con ese ser tan especial.