Fiestas paganas disfrazadas de cristianas

Como todos sabemos, el próximo fin de semana se desarrollan dos festividades en el mundo secular que no tienen nada que ver con nuestra fe cristiana, aun cuando hay personas que las celebran, el consejo es que no participemos de las mismas, porque ambas tienen un trasfondo oscuro, dicho en español, de origen ocultista, porque se tratan de visitación de espíritus y compañerismo con los mismos, lo cual sabemos que va en contra lo que nos enseña la Palabra del Señor, la cual dice:

9-“Cuando entres a la tierra que Jehová tu Dios te da, no aprenderás a hacer según las abominaciones de aquellas naciones. 10-No sea hallado en ti quien haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, ni quien practique adivinación, ni agorero, ni sortílego, ni hechicero, 11-ni encantador, ni adivino, ni mago, ni quien consulte a los muertos. 12- Porque es abominación para con Jehová cualquiera que hace estas cosas, y por estas abominaciones Jehová tu Dios echa estas naciones de delante de ti. 13- Perfecto serás delante de Jehová tu Dios. 14- Porque estas naciones que vas a heredar, a agoreros y a adivinos oyen; más a ti no te ha permitido esto Jehová tu Dios”. Deuteronomio 18:9 – 14.

Las costumbres de las naciones son en oposición a las normas establecidas por Dios en su Palabra en el mayor de los casos; es nuestra responsabilidad el evitar participar de estas cosas, esto no significa que no sintamos algún afecto al recuerdo del ser querido que ya no está con nosotros, pero hay otros días en los cuales podemos ir a visitar el lugar donde dejamos sus restos, el problema es el unirnos a las festividades de transcendencia oscura del mundo y ser uno con ellos. Le recomiendo aprovechar esos días para descansar, venir a la iglesia o ir a evangelizar a las personas que van a esos lugares, porque los vivos necesitan conocer el amor del Señor y esta es una buena oportunidad para llevarles el evangelio de salvación a sus vidas. Amados míos, Dios bendiga sus vidas, mi único propósito como su líder espiritual es orientarle, y recuerden las palabras del apóstol Pablo: “Todo me es lícito, pero no todo conviene; todo me es lícito, pero no todo edifica”. 1ª Corintios 10:23.

Francisco Valdizón

Pastor General

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